Asegura el refranero español que terminamos por
ser del lugar donde echamos raíces: uno nace donde pace, dice. Es decir,
terminamos por ser del lugar que identificamos como nuestro hogar, nuestro
presente, el sitio en el que compartimos la experiencia de la convivencia y
donde construimos nuestro proyecto vital de futuro.
Tres Cantos nació como una planificación
urbanística que pretendía simplificar los desplazamientos entre la residencia y
el lugar de trabajo. Se trataba de un planeamiento en esta encrucijada de
caminos que enlazaba a Madrid con Colmenar Viejo. Treinta años después de
convertirnos en un municipio propio, el más joven de nuestra región, reunimos
los valores más importantes de una sociedad con identidad propia. El respeto
por el que nos reconocemos, apreciamos y valoramos; la libertad , la tolerancia
y la equidad que nos convierten en partícipes de un proyecto común; y la
justicia y la solidaridad que nos hacen mejores de manera individual y
colectiva.
Sentimos el orgullo de formar parte de la cadena
histórica de aquellos que apostaron por un proyecto escrito sobre un
planeamiento, pero que hoy se reconoce, con dignidad, como la expresión de una
manera de ser. La primera generación de aquellos hijos que nacieron en 1991 en
nuestra ciudad se siente identificada con este proyecto cimentado en la
armonía, la cultura, el progreso, y en una vida serena y segura.
Vamos a celebrar a lo largo de los próximos
meses un conjunto de eventos con el que celebrar de tres decenios de existencia
de una comunidad responsable que madura con sus propios valores y compromisos.
Hemos conseguido crear un entorno privilegiado y respetuoso con el medio
ambiente. Nuestros colegios forman a miles de pequeños en un entorno de calidad
que es reconocido como un modelo. Nuestras empresas figuran en el catálogo de
las más vanguardistas e innovadoras del país. Nuestros mayores sienten que su
proyecto vital tiene origen y destino en este Tres Cantos que hoy les rinde
tributo por lo que hicieron y lograron a base de esfuerzo, entusiasmo y
dedicación.
Esta ciudad abierta, alegre y divertida ha
sabido sobreponerse a las dificultades. Y lo volverá a hacer consciente de su
fortaleza y de la honestidad con la que se genera confianza y seguridad. Lo ha
demostrado en las anteriores crisis económicas y lo ha hecho con una pandemia
que ha sacudido las estructuras mundiales. Hace unos días, los tricantinos
supieron arrimar el hombro para garantizar la movilidad y la prestación de
servicios esenciales en una nevada solo superada por otra ocurrida en 1904 o
equiparable a la de 1971.
Con esos valores de participación, de capacidad
de trabajo, solidaridad y talento solo queda aceptar el reto de seguir
construyendo una ciudad mejor. Felicidades a Tres Cantos y a este medio que
desde el 1 de octubre de 1990 es un notario ecuánime de nuestra existencia.
Somos una maravillosa ciudad abierta al mundo.