En un
contexto en que proliferan los discursos de odio y los mensajes
demonizadores que intentan enfrentar a las personas, Amnistía Internacional (AI) lanza
una campaña ante las próximas elecciones en España y en el Parlamento Europeo:
una apuesta por la movilización de la población más joven para hablar
en clave positiva del futuro que quieren.
Con #HazTuCampaña, la organización
pretende impulsar el debate, escuchar y dar voz a los y las jóvenes sobre tres
temas relevantes: los derechos de las mujeres, los derechos de las
personas migrantes y refugiadas, y las consecuencias que las
políticas de austeridad tienen sobre el derecho a la vivienda o a la
salud.
La campaña,
que cobra sentido dentro de una movilización europea, intenta hacer
frente a las políticas de demonización, que señalan a “chivos expiatorios”
(migrantes, mujeres, colectivo LGBTI), y de retroceso en derechos humanos, que
se están intentando abrir camino en varios países de la Unión Europea. El
objetivo de la campaña es colocar en el centro del debate valores como la
solidaridad, la empatía y la dignidad, y abrir camino a un futuro donde los
derechos de todas las personas sean respetados y protegidos.Queremos que todas
las personas, y especialmente los jóvenes,compartan en sus conversaciones
habituales y sus redes sociales(#HazTuCampaña y #TurnItUp) la necesidad de una
sociedad basada en los derechos humanos y la justicia.
UN FUTURO EN
EL QUE NADIE SE QUEDE ATRÁS
Tras la
crisis financiera de 2008, varios países de Europa, incluida España, optaron
por medidas de austeridad que tuvieron como consecuencia la reducción del gasto
público en vivienda, salud, educación y otros servicios sociales. Millones de
personas pagaron un precio muy alto por ello, y lo siguen pagando. En España
hemos sufrido una crisis en la vivienda muy grave, ante la pasividad de los
sucesivos Gobiernos. Mientras cientos de miles de personas perdían sus
casas, las ayudas a la vivienda se recortaban en un 70% desde 2009 a 201. Por
eso pedimos a las autoridades recuperar al menos el nivel de inversión anterior
a la crisis
Lo mismo ha
sucedido con la sanidad: desde 2008 el presupuesto asignado a la
política de gasto de sanidad se ha reducido en un 54,03%. Estos recortes
han tenido como consecuencia un sistema menos accesible, menos asequible y de
peor calidad, generando mucho sufrimiento en las personas.
En cuanto al
Parlamento Europeo, AI señala que es necesario que se haga una evaluación del
impacto que los recortes han tenido en la ciudadanía, para garantizar que los
objetivos de estabilidad presupuestaria no impidan a los estados miembros
proteger derechos económicos y sociales de las personas, como la vivienda y la
salud.
UN FUTURO
SIN VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
En España,
más de 1.000 mujeres han sido asesinadas por sus parejas y exparejas desde 2003,
y la violencia sexual afecta a más de 3 millones de mujeres. Sin embargo, y a
pesar de las grandes movilizaciones feministas, todavía hay quienes cuestionan
que las mujeres sufren violencia por el simple hecho de ser mujeres. Por eso,
desde Amnistía Internacional exigimos que las leyes contra la violencia
hacia las mujeres no se sustituyan por leyes genéricas contra la violencia
doméstica, y que se destinen recursos suficientes para abordar todas las
formas de violencia que sufren, incluida la sexual. Para AI, es imprescindible
también que el Pacto de Estado contra la violencia de género aprobado en el
Congreso se traduzca en una verdadera protección para las mujeres.
En Europa,
la organización exige que la legislación sobre violación esté basada en el
consentimiento, para que
las víctimas no se vean cuestionadas ni señaladas y que puedan denunciar la
violencia sexual sin miedo. Por el momento solo 8 de 31 países tienen leyes
basadas en el consentimiento: Suecia, Reino Unido, Irlanda, Luxemburgo,
Alemania, Chipre, Islandia y Bélgica.
UN FUTURO EN
EL QUE HAYA SITIO PARA TODAS LAS PERSONAS
Los
discursos demonizadores han tenido como uno de sus principales objetivos culpar
a quienes vienen de otros países en busca de seguridad y protección. Sin
embargo, quienes huyen de la guerra, la violencia y la persecución tienen
derecho a recibir una acogida digna, y a no tener que arriesgar su vida en
peligrosos viajes y a menudo letales.
Hay que
exigir, tanto a España como en Europa, una responsabilidad compartida a la hora
de darles protección, y la apertura de rutas legales y seguras. Necesitamos
procesos de asilo justos que ofrezcan protección efectiva a quienes la
necesitan y poner fin a las devoluciones ilegales en las fronteras.