Bandejas de carne y pescado, cartones de huevos, paquetes de pasta, tetrabricks… La mayoría de los productos que encontramos en los supermercados están envasados. Al realizar nuestra compra, solemos consumir una cantidad elevada de plástico, normalmente en forma de envase, y la vida útil que tienen estos embalajes es muy corta ya que solemos deshacernos de ellos directamente en la basura tras su uso.
De esta forma, seguir la conocida ‘regla de las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar’, juega un papel fundamental para llevar a cabo el cambio. Hay que tener en cuenta que todos los productos que adquirimos pasan por un extenso proceso de producción a través de una larga serie de acciones, cada una de las cuales tiene un efecto particular sobre el medio ambiente. Por ello, evitando comprar productos no necesarios y moderando el consumo, lograremos reducir de forma notable el impacto. A su vez, alargar la vida útil de un producto para evitar generar una excesiva cantidad de residuos hará, además, que gastemos menos en nuevos productos. Se trata de una estrategia de consumo sostenible que repercutirá directamente tanto en la mejora del medio ambiente como en la economía personal de cada uno. Es por esto, que sostenibilidad y rentabilidad son términos cada vez más vinculados.
En 2019, la Unión Europea prohibía la venta de ciertos productos de usar y tirar como platos, cubiertos o pajitas de plástico. No obstante, en el caso de España, dicha prohibición no entrará en vigor hasta el 2023. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), han hecho público un Decreto para regular los envases y residuos, con el fin de conseguir que en 2023 esté prohibido vender frutas y verduras en envases de plástico en todos los establecimientos minoristas, que van desde tiendas de barrio hasta supermercados.
Venta a granel, hacia una compra más sostenible
Es posible que realizar la compra teniendo en cuenta los envases no sea tarea sencilla, pero sí es posible. Cada vez son más las personas que se apuntan al consumo sostenible y optan por un consumo sin plásticos, como hacían nuestros abuelos y padres. Ir a comprar con bolsas reutilizables o con los recipientes de casa para evitar residuos innecesarios, está dejando de ser una práctica de unas pocas personas a algo más habitual.
La compra a granel es una de las tendencias que está experimentando un mayor crecimiento entre los consumidores. En estos establecimientos podemos encontrar todo tipo de productos como alimentación, productos de limpieza o de higiene. Con esta alternativa nos alejamos de la cultura de usar y tirar, apostando por un consumo sostenible y una economía circular, basada en materiales biodegradables y reciclables.
‘Residuo Cero’, consumo consciente y responsable
Este movimiento busca asentar en las personas un nuevo estilo de vida más sostenible, evitando que los recursos que usamos diariamente como botellas de plástico, tetrabriks, envases o bolsas de plástico se conviertan en desechos. Para la Zero Waste International Alliance esta mentalidad supone la «producción, consumo, reutilización y recuperación responsables de productos, empaques y materiales», sin generar daños a la tierra, el agua o el aire. De esta forma, a través de este tipo de consumo, podemos apostar por una gestión de los residuos de manera responsable.